Ejemplos de sanación al recordar el parto
Regresiones a la gestación y el parto, conducidas por Alas Múgica
Casos reales del Centro Alsia
Caso Nº 1:
Vino una señora de sesenta y pico años con un mal muy peculiar: no podía estar en lugares de los que no pudiera salir por sí misma libremente. No era exactamente una claustrofobia, porque le podía suceder en un concierto al aire libre, por ejemplo, cuando te colocas en mitad de la muchedumbre emocionada que canta y baila toda apretada ante su conjunto de música favorito y te sientes atrapada sin poder salir.
Ella sabía reconocer perfectamente si una situación le iba a provocar la fobia o no. Estaba a gusto en el gabinete con la puerta cerrada, porque no estaba encerrada con llave y podría salir a la calle si quisiera. Uno de los peores lugares en los que podría estar eran los ascensores, que jamás había utilizado.
Conociendo el título de este escrito, y si tienes algo de idea del mundo de las regresiones, comprenderás que su claustrofobia particular venía del vientre materno, un lugar del que ella no pudo salir cuando le tocaba…
Resulta que venían dos, era un parto gemelar, pero nadie lo sabía. En aquella época, allá por los sesenta o finales de los cincuenta, no se hacían ecografías. Nació su hermana y todas se relajaron: la madre dejó de empujar, las enfermeras empezaron a limpiar, la matrona se despedía. Se relajaron todas menos una, claro está: la señora seguía dentro sin poder salir, cada vez más asustada, imaginándose que se quedaría ahí dentro para siempre, sin entender por qué su madre no empujaba, por qué nadie le ayudaba. ¿Puedes sentir la angustia que debió vivir? En la regresión la revivió, lloró y gritó y volvió a llorar.
Estuvo esperando quince minutos, quince largos minutos abrumadores. El alivio que sintió al ver que las demás reaccionaban y le ayudaban a salir no amortiguó el trauma de la experiencia. Fue tan intenso que lo seguía recordando vivamente cada vez que veía un ascensor o le invitaban a un concierto.
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¿Cómo es posible que le afectara tanto lo que sucedió en el parto? Es más, ¿cómo es posible recordar el parto? ¿No será una fantasía de la mente? Piénsalo: tú eres consciente ahora, consciente de estar leyendo esto, por ejemplo. Y eras consciente hace un rato, cuando decidiste tomar un poco de agua o ir al lavabo. Actividades insignificantes que mañana olvidarás, pero de las que eres plenamente consciente mientras suceden.
Por lo que observo, lo mismo sucede en la gestación y el parto: fuiste consciente mientras estabas en el vientre materno y estuviste presente en el parto, cómo no, empujando tú también, porque el cuerpo sería poca entonces y no tendrías la capacidad de hablar, pero la consciencia ya era completa. Por misterios de la vida, son experiencias que todos olvidamos, quizás por motivos compasivos, porque no hay parto indoloro, pero a veces conviene recordar estas experiencias, rescatarlas, para sanar posibles traumas que tengan ahí su causa.
También puedes hacer un rebirthing, un renacimiento, por placer, por sentirte más conectada con tu madre, por ejemplo.
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Caso Nº 2:
Mi amiga Maite, que dejó su bello testimonio en la web para todos nosotros (pincha aquí para leerlo) simplemente quería experimentar la técnica de la regresión, pero no tenía fobias que sanar, así que se decidió por revivir el parto.
Me decía, durante la sesión, que la sensación era un poco superficial, como que se la estaba inventando, que era tan consciente de estar tumbada en la camilla que no se sentía muy metida en la experiencia. Y de repente se echó a reír: “ay Alas qué risa, que es todo mi mente, que estoy viendo a mi padre peinado con la raya en medio, que está feísimo, que nunca vi fotos con este peinado, que no puede ser!”
Le animé a continuar y a que se concentrara en todo lo que estaba sintiendo, la temperatura del líquido amniótico, la placidez, las voces de sus padres… Le ayudé a que se hiciera consciente de que podía ver lo que pasaba alrededor, como el peinado de su padre, como si el alma saliera y entrara del cuerpo. Revivió el parto, que fue rápido y sin contratiempos. Emocionada, sintió el cálido primer abrazo de su madre y de su padre y al salir de la regresión, me habló de que el parto sí que había sido “como más real” pero que la raya en medio de su padre no era posible.
Recuerdo que, al rato, por la noche, me llamó por teléfono emocionada. Nada más llegar a casa llamó a su madre para preguntarle por aquel peinado horroroso y la madre le confirmó que sí: parece ser que le salió un quiste en el cuero cabelludo bastante prominente y para disimularlo lo tapó con el cabello, cambiando de lado la raya del pelo. Y que efectivamente, estaba tan feo ¡que se aseguraron de no sacarle ninguna foto!
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Así que sí, parece ser que somos conscientes de todo durante la gestación y el parto, solo que, por algún misterio de la vida, lo olvidamos. Aunque no del todo, como puedes comprobar.
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Dicen que los bebés que nacen por cesárea siempre esperan a que les haga alguien las cosas, que son comodones y perezosos. Dicen que el cordón umbilical alrededor del cuello indica que el feto no quiere salir, que se arrepiente de haber planeado una vida tan complicada…
He tenido algún caso de ambas situaciones y era exactamente como dicen. También he acompañado a revivir partos donde se han utilizado fórceps. Son como palas que se introducen en la vagina para tirar de la cabeza del bebé y obligarle… o ayudarle… a salir.
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Caso Nº 3:
En una de esas ocasiones, llegamos a un parto con fórceps de una forma indirecta, al preguntar por la causa de que le costara tanto terminar las cosas a una mujer de mediana edad que vino al Centro Alsia. En la conversación previa a la regresión me dijo: “es que en el desarrollo de los proyectos lo doy todo, soy muy buena organizando, soy trabajadora, pero ya cuando hay que terminar o entregar un resultado o lo que sea, necesito que alguien me empuje, que me ayude literalmente o que simplemente me anime, pero que esté conmigo ¡y no lo entiendo!”
Vaya que sí lo entendió. Necesitaba unos fórceps virtuales. Y eso le di. Cuando comprendió de dónde venía todo le coloqué unos fórceps imaginarios para que pudiera activarlos siempre que los necesitara. Así, cuando debe concluir o completar algo y siente la inquietud, la impotencia, se acuerda de sus fórceps virtuales y se tira a sí misma hacia arriba, hacia la luz!
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Caso Nº 4:
Finalmente, recuerdo el caso de una bella joven, bloqueada en su emprendizaje. Tenía clara su idea de negocio, tenía la formación y los medios, pero estaba aterrorizada. No avanzaba en dedicarle el tiempo necesario, en completar y publicar la web que mostraría sus servicios y que le serviría para hacer promoción, ni tan siquiera se atrevía a alquilar un local donde concentrarse en su trabajo y deambulada de biblioteca en biblioteca, salones sociales y lugares así, donde tampoco se podía concentrar.
Preguntado al inconsciente por el origen de ese bloqueo, rápidamente su alma le llevó al vientre materno. Era la tercera hija después de dos hijas y una gran decepción para todos, sobre todo para su padre, que anhelaba un varón. Sabía que jamás en su vida podría agradarlo, jamás podría darle lo que deseaba, jamás sería suficiente para él… Vivió todo el crecimiento fetal profundamente angustiada.
A la hora del parto, decidió que prefería no nacer, que se acabara todo ahí, y se giró sobre sí misma hasta rodear su cuello con el cordón umbilical dos vueltas completas. Recuerdo el impacto que sintió al darse cuenta de que esa era la sensación de ahogo que sentía cuando le venía el miedo a avanzar en la vida.
Gracias a reconocer de dónde venían las sensaciones de no ser suficiente, de no ser válida, de sentirse ahogar, y gracias al trabajo de sanación y reconciliación que hizo tras revivir el parto, un trabajo de armonización podríamos decir que hago siempre para concluir la sesión, algo se relajó dentro y a partir de ahí todo fluyó: entró en un semillero de empresas, contrató a las diseñadoras que hicieron la web, se dio a conocer en redes y comenzó una nueva andadura, más libre y completa, como mujer empresaria.
Amo este trabajo, ser partícipe de estos milagros me llena de alegría y agradecimiento hacia todas las personas que venís al gabinete pidiendo que investiguemos juntas las causas del sufrimiento.
¡Muchas gracias bellas almas!
Libera el inconsciente, ese espacio profundo, lleno de luces y sombras.
Da luz a las sombras, para que se disuelvan en el Amor y el Perdón.
Si quieres sanar heridas o desbloquear obstáculos, contacta comigo, ¡libérate! 🌻