Programar el agua

Aprende a energetizar el agua que bebes cada día para que trabaje por ti.

Masaru Emoto, investigador japonés, dice que si le pones una pegatina a la botella con una palabra amorosa, el agua reacciona con una redistribución de los cristales de hielo más armoniosa.

El pueblo q’ero de los Andes del Perú programa el agua de otra forma, con la Palabra Hablada en vez de la palabra escrita.

En el Método Silva de Control Mental también se enseña a darle energía al agua para que nos sane, con visualizaciones.

Aunando todas estas enseñanzas, te propongo algo muy sencillo y muy eficaz:

Pon el agua más pura que tengas en una jarra o botella, preferiblemente de cristal, pero puede ser de plástico. Permite que el agua absorba las buenas vibraciones del sol, poniendo la jarra o botella directamente al sol, durante un cuarto de hora por ejemplo.

Medita un ratito, vacíate de la vida cotidiana, o haz tres respiraciones lentas y profundas. Simplemente concéntrate en lo que vas a hacer.

Ahora, te imaginas o sientes que encima de tu cabeza se abre un agujero por el que sale una luz pura de amor y alegría.

Esa luz penetra en ti por la coronilla y va llenando todo tu cuerpo.

Llénate de luz de los planos más altos de consciencia (simplemente, imagínatelo o invéntatelo, te llenas de luz pura) y activa tus manos (simplemente lo dices mentalmente: manos activadas).

Pones la mano derecha extendida, en el aire, sobre la jarra. Esa luz pura que no para de entrar a tu cuerpo, se dirige a tu palma derecha y se proyecta hacia el agua.

Y entonces Decretas (simplemente, lees con entera certeza):

Por el poder de tres veces tres

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Que este agua sea

El potenciador máximo

De todo lo amoroso y saludable

En todas mis células

Y que una sola gota

Sirva para programar

Un nuevo litro de agua

¡Hecho está!

Gracias, gracias, gracias

⭐⭐⭐

Puedes cambiar la parte central del Decreto para que se adapte a tus deseos de sanación concretos. Por ejemplo: “que este agua ponga las palabras adecuadas en esta reunión que voy a tener en un rato” y tomas sorbitos durante la reunión; “que este agua sea aspirina y se lleve el dolor de cabeza” y la bebes a tu ritmo; “que este agua limpie de toxinas mi organismo” y vas tomando pequeños sorbos a lo largo del día.

Y di siempre, al final, aquello de que una sola de agua programe un nuevo litro de agua, o lo que entre en la botella. Así, no tendrás que programarla todo el rato. Si quieres cambiar la programación, vacía la botella y haces la nueva programación con agua limpia.

Y siempre, siempre, siempre, agradece.

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